TRILOGÍA
DE LA FUNDACIÓN – ISAAC ASIMOV
El ser humano se ha expandido por toda “La Galaxia”.
El poder sin límites del hombre le ha permitido domar la adversidad y moldear
los mundos a sus necesidades. Es el Imperio: organización sin límites, de
infinitas redes de comunicación, de potestad eterna. Todo fluye desde y hacia
Trantor, la capital, un mundo metálico en el que los hombres no ven el cielo, un
planeta destinado a la burocracia y a la administración, plagado de rascacielos
cuyas cumbres se pierden en las nubes, todo confundido en unas alturas desde
las cuales es imposible ver el suelo. Ahí Hari Seldon ejerce la psicohistoria,
llevando a esta hipotética ciencia a su mayor nivel de desarrollo: mediante
infinidad de ecuaciones, ésta permite predecir el devenir de grandes grupos
humanos con un porcentaje mínimo de error. Mientras mayor sea el grupo
analizado, mayor será la predictibilidad de la psicohistoria. Y Seldon trabaja
con mundos enteros: sus ecuaciones no consideran un par de millones, tampoco
decenas de millones, sino que cientos de miles de millones de personas
sometidas a los avatares de las fuerzas sociales. Y consume su vida en unos
cálculos que arrojan un saldo inevitable: el Imperio, en su fortaleza y
desarrollo, se ha estancado y prontamente comenzará su degeneración. Lo que
antes estuvo unido, muy pronto se fragmentará en infinidad de poderes locales,
una orgía cósmica de dominación que llevará a los hombres a un nivel técnico
anacrónico. Sin embargo, en su genialidad, Seldon manipula a las autoridades en
lo que será la solución definitiva: instala en sendos extremos de la Galaxia
las llamadas Fundaciones, mundos ínfimos constituidos por quienes fueron sus
asistentes y colaboradores, miles de científicos avocados a la tarea de
preservar la cultura para reducir la decadencia de la humanidad y permitir el
auge de un nuevo Imperio a un par de miles de años.
La Trilogía de
la Fundación, constituida por tres novelas (Fundación, 1951; Fundación e
Imperio, 1952; Segunda Fundación,
1952), deviene entonces en una epopeya de magnitudes universales: El Plan
Seldon, cuyo gestor se mitifica hasta alcanzar características divinas, permea a
los habitantes del primero de sus mundos, cuyo poder técnico influencia
solapadamente a los mundos marginales. El segundo mundo, la Segunda Fundación,
se mantiene en un misterio que no revelaré. Ambos establecen una constante
relación que es también una calculada estructura en la que toda unidad aporta
al desarrollo de un conflicto universal. Lo atractivo es que el tratamiento del
conflicto permite que La trilogía… puede ser leída tantos por
los cultores del género como por aquellos que nada saben de éste. Y es que no
hay ahí exorbitantes batallas espaciales, ni robots, extraterrestres ni clichés
psy-fi. Todo lo contrario. El Universo es un espacio de lo cotidiano en el cual
podemos leer una aguda interpretación de nuestro propio devenir.
En el escenario del Universo, la Historia se
alegoriza en sus avances, en sus retrocesos. De esta forma, a través de los
atractivos ropajes de la ciencia ficción, lo que Asimov construye es un relato
acerca de las relaciones de las masas con su pasado y su futuro, una novela que
expone el poder irrefrenable del cambio que se enfrenta a la inamovible quietud
de la tradición.
Asimov,
Isaac. Trilogía de la Fundación (1951
- 1952). Barcelona: DeBols!llo: 2014.
899 págs.