POLONIA:
El
cielo se partió en dos
cuando
se percató del lugar en que estaba:
POLONIA.
Siempre
Polonia y todos los caminos
llevan
a Polonia, con las luces blancas, luces polacas,
el
sonido de un saxo y una voz cetrina en un otoño polaco.
Él
es un toro y es brígido el culiao, dice el hombre,
y
su boca despide un aliento viñatero mientras el recuerdo de la pelambrera
húmeda
y untuosa
lo invade todo.
lo invade todo.
En
Polonia debió ser más sencillo, piensa,
con
otro ritmo y otra paleta de colores,
y
no es brígido, está lejos de serlo,
piensa,
y
piensa en un escenario alternativo mientras el hombre llora,
llora,
digo, digo que llora y lo hace desconsoladamente,
triste,
con rabia, el hombre está deshecho y cambia el orden de las cosas,
mientras
los sonidos que llegan desde Polonia
se
sienten como la pelambrera
húmeda,
untuosa, una bóveda abierta que se entrega, que se ofrece,
afirma,
niega, obedece y desobedece,
grita,
llora, muerde.
Y
piensa en que Polonia es cada vez menos su problema, piensa,
y
duerme un rato para espantar el extravío,
y
los pequeños gemidos que ascienden a gritos lo despiertan,
lo
entristecen, aunque tristemente piensa en que ya no es su problema,
Polonia
ya no es su problema y trata de recordar
y
no recuerda cuándo es que Polonia comenzó a serlo.
Cuando
está dormido piensa en eso,
cuando
despierta piensa en eso,
y
hay palabras que escribe y no dice
porque
cree que ha perdido algunos de sus derechos constitucionales,
ha
perdido un poco ciertos derechos, piensa,
y
hay cosas que no dice, aunque
es
simple,
piensa,
piensa
en ello,
en
que es simple decir y no decir,
algunos
lugares que deberá evitar,
porque
está lleno de recuerdos,
tan
lleno,
tan
lleno,
está
tan lleno de recuerdos que piensa en que no quiere más recuerdos,
la
mansa guman, piensa, y la pelambrera,
y
algunos dientes, un torrente de palabras confusas,
mermeladas,
paltas, café, tomates, cerveza;
piensa
en Polonia y en la posibilidad de largarse,
de
largarse, digo, de irse muy lejos,
piensa
en irse y deambular,
ni
tan lejos ni por tanto tiempo,
escribir
un poco y quemar su pasaporte,
no
regresar y esperar a que el tiempo pase, piensa,
porque
el tiempo en Polonia no pasa, no fluye,
se
congela el tiempo en el invierno polaco,
y
allá lejos, tan lejos, hay una verdad brillante,
allá
existe una verdad y un perfume
unos
huesos, un cabello y hay cosas que carecen de importancia,
piensa,
y
ha construido un relato,
una
novela extensa acerca de esa verdad,
y
quiere hallarla,
dejará
Polonia, piensa mientras viaja,
Polonia
y la carencia de recuerdos,
Polonia
y el tiempo lento,
Polonia
y la despedida lenta/larga.
Un
teatro:
Dos
actores en el tercer acto;
Una
obra que ha durado muchos años;
Una
tragedia, tal vez;
Él
apunta con un revólver y Ella está desarmada;
El
fondo es negro;
Él
lleva un cartel blanco colgando desde el cuello:
Lo
siento, dice.
Ella
lleva un cartel blanco colgando desde el cuello:
Polonia,
dice.
Él
dispara. Se cierra el telón lentamente mientras las luces poco a poco,
lentamente,
con
parsimonia,
con
tres sinónimos,
comienzan
a teñir la escena de rojo y el cuerpo de Ella permanece inmóvil en el suelo.
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