lunes, 18 de agosto de 2014

MAUS – ART SPIEGELMAN



MAUS – ART SPIEGELMAN

Cristóbal Vergara Espinoza

Lo primero que podría decir de Maus es lo evidente: es una novela gráfica. La única que hasta el momento ha ganado el Premio Pulitzer, por cierto. Y su dimensión gráfica es en sí misma un tema fascinante. Los judíos son ratones, los alemanes gatos, los norteamericanos perros, los polacos cerdos, los suizos ciervos. Mediante el recurso de los Funny Animals Spiegelman crea un relato complejo y descarnado, un universo doloroso y en blanco y negro, de trazos rectos y gruesos, agresivos. Las posibilidades expresivas del relato visual son llevadas a límites emocionales debido a su sinceridad y crudeza. Un ejemplo: iniciando el capítulo II de la segunda parte (Auschwitz: el tiempo vuela), una sucesión de viñetas muestra al autor con una máscara de ratón y rodeado de moscas en su mesa de dibujo. Sucesivos encuadres que amplían el plano muestran que éste se encuentra sobre un montículo de judíos muertos y mientras la prensa y los auspiciadores lo acosan paulatinamente comienza a transformarse en un niño que pide auxilio a su madre. Pero ella, Anja, se ha suicidado hace ya mucho. El episodio es referido continuamente en la novela; sin embargo, una narración completa de éste se halla en Prisionero en el Planeta Infierno, comic publicado con anterioridad a Maus e inserto en esta edición. Detalles como este son abrumadores, demasiado íntimos, algo que no es para nosotros, así como un diario de vida ajeno.
Pero ¿Qué narra Maus? El Holocausto, ni más ni menos. Es la novela una biografía de Vladek, el padre del autor, quien relata a su hijo los horrores de la Guerra en su vejez. Sin embargo, esto es sólo una parte. La obra abunda en segmentos metanarrativos que dan cuenta de su proceso de  escritura. Así, lo que nos ofrece Spielgelman es un doble relato, el de la Guerra y el de la escritura, ambos cruzados por el dolor. Y es que Vladek es un hombre golpeado por la muerte: la de toda su familia sanguínea, de su primogénito Richieu (con quien Art rivaliza durante toda una obra que cierra con el lapidario “estoy cansado, Richieu, basta de hablar por hoy…” de parte de Vladek). Así, si bien las columnas de humo de Auschwitz impresionan por su peso histórico, mayor densidad posee acá el paso del tiempo, los pequeños/gigantescos conflictos que Vladek (cuya caracterización se ajusta a la caricatura nazi del judío) provoca a su alrededor. Maus devine así en testimonio, la historia de la Historia relatada desde la singularidad, una obra en perspectiva técnica y cronológica de una amplitud y maestría abrumadoras en su sinceridad.
Spiegelman, Art. Maus (1980 – 1991). Buenos Aires: Literatura Random House, 2014. 296 págs. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario